El otro San Valentín

Si llegas a este día enamorad@ de tu pareja, ¡enhorabuena! Disfrútalo. Pero esto no lo escribo para ti, sino para quien está superando una ruptura,  quien tiene pareja pero las cosas no van tan bien como desearía, quien no logra encontrar una persona que le acompañe en esta aventura que es la vida. Quien quiere desesperadamente enamorarse y no le llega la ocasión.  De todos ellos no se acuerda nadie el resto del año. Y por si fuera poco nos inventamos "el día de los enamorados" para hacérselo más fácil. Sin quererlo ese día (y los previos en los que todos los escaparates se llenan de corazoncitos) se convierte en un continuo recordatorio de lo que uno carece. 

Cuando uno vive en pareja no se da cuenta de que la sociedad está montada para que la vida de dos en dos sea más fácil. Lo cual es genial. Si sois dos. Pero si eres sólo uno la cosa se pone complicada: de forma natural tus amigos se van emparejando y, como es lógico, van haciendo planes de pareja. Porque se han enamorado y viven el amor. Son momentos preciosos y por supuesto deben vivirlo al máximo. Pero ¿qué pasa con quien se queda atrás sin pareja? Que se queda solo. Llega un momento (hacia los 30) en el que o tienes pareja o no tendrás planes con tus amigos de siempre. Por supuesto buscas planes alternativos con otra gente. Pero la naturaleza hace que la gente siga enamorándose. Vamos, que te vuelves a quedar solo. La frecuencia en la que tus amigos quedan ha bajado de cinco días a la semana a una vez al mes. Y bajando. Y será con parejas, por lo que, una vez más, presidirás la mesa en la cena mensual. 

Igual cuando llega el momento de organizar las vacaciones, o una escapadita de fin de semana. Lo normal es que tengas ganas de pasar unos días con tu pareja. Por lo que quien no tiene... adivina. 

Sí, cierto. El mundo no se acaba. Buscarás más planes, conocerás a más gente, ampliarás tu círculo. Pero en tu fuero interno no dejas de preguntarte por qué tú no has conseguido que ninguna de tus relaciones siga adelante o por qué no conoces a nadie interesante con quien te gustaría tener una vida como la de tus amistades. 

En esta situación hay muchísima gente que, lamentablemente, acaba por agarrarse a un clavo ardiendo y, sólo con el fin de evitar la soledad, se queda con lo primero que pasa sin pensar demasiado en si es el tipo de persona que le hace feliz. Con muchas posibilidades de no tener nunca una relación en condiciones. Lo que es una lástima. Porque mientras tienes pareja no sueles dejar mucha opción a que encuentres lo que primeramente buscabas. Así que te quedarás con la opción B que, si al principio no te hace enteramente feliz, espérate dentro de 10 años. Al menos no estás sol@. Siempre tendrás compañía para ir al cine. Sí, cierto. Y tendrás bastante seguro con quién te irás de vacaciones este verano. Por no hablar de que pagáis a medias el alquiler. Sí, lo que decía: vida más sencilla. Mi pregunta es: ¿te merece la pena? Las circunstancias te han empujado a que te emparejes. Pero, igual que cuando es la persona correcta lo sabes, también cuando no lo es lo sabes. 

Ésa, la de buscar una pareja aunque sepas que hace unos años no te habrías fijado jamás en esa persona, es una opción. La otra es intentar seguir haciendo una vida similar a la de siempre, de solter@, con otros amigos solteros, o con los casados que de vez en cuando hacen algún plan. Y eso sí, siempre con la esperanza de que "algún día" tú también encontrarás a quien sea digno de acompañarte en este camino. 

Bien, no podemos saber lo que nos depara el futuro. Pero podemos aplicar las "normas" de cómo funciona el universo también para el amor. No, no es un conjuro para que el chico de la panadería se fije en ti por fin. Pero vamos a tener en cuenta un par de cosas:

1. Cuanto más centres tu atención en algo, más se te dará de eso: 

Aplicable a "no consigo adelgazar", "mi hijo es cada vez más rebelde", "por más que hago nunca ahorro"... y también a "siempre acabo sol@", "no tengo pareja". 

Así que intenta no darle tanta importancia. O en todo caso, cambia tu forma de pensar (¡y créetelo!): 

Cambia 

• "no consigo adelgazar" por "para mí es fácil tener un cuerpo en forma" 
• "mi hijo es cada vez más rebelde" por "mi relación con mi hijo es sencilla y fluida"
• "por más que hago nunca ahorro" por "siempre tengo el dinero que necesito"
• "siempre acabo sol@" por "siempre encuentro planes fabulosos"
• "no tengo pareja" por "conozco a una persona maravillosa"

Importante: habla a tu mente siempre en presente, porque realmente interpreta literalmente lo que dices: "ganaré suficiente dinero" siempre quedará en un futuro incierto que no llegará. 

2. No te quedes en casa esperando a que llegue lo que quieres: 

Salvo que lo que quieres sea una pizza a domicilio, aplicable a todo. Pon las medidas necesarias para que eso pase. ¿Que quieres conocer a más gente? Apúntate a una actividad nueva en un entorno nuevo: costura, baile, running por tu parque, bricolaje, cocina... se organizan millones de cosas de las que ni nos enteramos. Ponte las pilas y apúntate a lo que te llame la atención. No te garantizo que en esas nuevas actividades te enamorarás, pero desde luego te mantendrás ocupad@, conocerás a gente nueva, y habrá más posibilidades de que una cosa lleve a otra. 

3. Acuérdate de que cada circunstancia que vivimos es una lección de la vida. 

Puede que tu lección ahora sea aprender a vivir sin pareja. O aceptarte y quererte a ti mism@ como paso previo a que alguien pueda quererte después. Estés donde estés, intenta verlo como algo de lo que tienes que aprender y da lo mejor de ti. 

No desesperes. Tanto si estás sol@ como si no, disfruta de la vida dentro de tus posibilidades y tus circunstancias. Diviértete, busca alicientes siempre. Si tienes un objetivo persíguelo, no lo pierdas nunca de vista. Pero no te obsesiones ni le vayas a decir al universo que "nunca lo consigues". 

No importa que este día no puedas compartirlo con ese príncipe azul de tu cabeza. Lo que importa es que HOY no volverá. Así que lo que disfrutes ahora es lo que te llevas.