Nos empeñamos en atesorar cosas. Y sin embargo un anciano en su lecho de muerte jamás dijo "qué pena no haber tenido una casa más grande" sino más bien "ojalá hubiera dedicado más tiempo a jugar con mis hijos". Disfruta de cada día, que es único. Lo sabemos pero se nos olvida. No somos conscientes de que esto son dos días, que el tiempo corre y que la mayoría de los días no hacemos nada que nos divierta o nos llene de alegría. La próxima vez que tengas una de esas citas "por compromiso" plantéate de nuevo a qué o a quién dedicas tu tiempo y si eso te hace feliz.
lunes, 26 de enero de 2015
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